24 may 2020

“Resistiré” la canción que oculta una historia de una vida, de resistencia y lucha por la libertad en España.

Estos tiempos en los que la humanidad se ve vulnerable y como una forma de seguir adelante se a erguido un casi himno de resistencia al COVID-19, un tema de gravado en 1988 en España por el Dúo Dinámico, cuyo autor es el periodista Carlos del Toro[1], pero cual la historia que oculta este tema. El relato que se esconde es una historia que conviene recuperar: la de Carlos Toro Gallego, padre del autor de la letra.

Si bien el autor en un principio menciono que la canción “Resistiré” es una canción a política,  pero al pasar los años develo que el tema “es concebido como un himno de resistencia y de su propia vida, por lo que la historia de su padre (Carlos Toro Gallego), estaría presente”[2]

Julián Vadillo en una investigación histórica sobre represión franquista, dio con el nombre de Carlos Toro Gallego una historia  de lucha, de resistencia, que hace de esta canción algo especial para todos aquellos que pelearon por la libertad en la década del Franquismo.

Según Julián Vadillo una explosión fortuita de un polvorín militar en Alcalá de Henares en septiembre de 1947 sirvió de pretexto a las autoridades franquistas para acometer detenciones contra las estructuras comunistas clandestinas del Partido Comunista de España (PCE) y de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Casi todos los comités de Alcalá de Henares y Madrid cayeron en aquellas fechas por un acto que era imposible que hubiese cometido la organización clandestina de los comunistas.

En octubre de 1947 fue detenido en Madrid Carlos Toro Gallego. Natural de Jaraicejo, un pequeño pueblo en la provincia de Cáceres, Toro Gallego había nacido en 1907. Antes del golpe de Estado de julio de 1936, era un activo afiliado a la UGT y a las JSU, pasando posteriormente al PCE, según su ficha policial.

Cuando se produjo el golpe de Estado contra la República, Carlos Toro fue voluntario en el Ejército republicano, alcanzado importancia una vez que se constituyó el Ejército Popular y llegando a ser Comisario Político de la 50 División, que intervino primero dentro del XX Cuerpo de Ejército que actuó en Levante y posteriormente pasó al XXI.

Al finalizar la Guerra Civil, Carlos Toro Gallego fue detenido y condenado por un Tribunal Militar a la pena de muerte por delito de rebelión, aunque su pena fue conmutada por 30 años de cárcel y posteriormente por una inferior de 20 años y un mes. En el año 1944 consiguió la libertad condicional y en marzo de 1947 se hizo con la libertad definitiva al beneficiarse de un indulto.

Sin embargo, en una España donde no había rincón que no fuese una cárcel, Carlos Toro Gallego no tardó a en volver a las ergástulas del franquismo. Nunca dejó de tener contacto con el clandestino Partido Comunista, y mantuvo relaciones con antiguos camaradas suyos y con las actividades de la guerrilla.

 En octubre de 1947 volvió a ser detenido cuando formaba parte de una estructura clandestina del PCE, siendo interrogado y torturado en la prisión de Alcalá de Henares, donde se los vinculó a las estructuras que el PCE y las JSU tenían en la ciudad de Cervantes y a las que se acusaba de haber llevado a cabo un atentado contra el polvorín militar que explotó en septiembre de 1947.

La detención de Carlos Toro Gallego no fue casual. Su compromiso con el PCE era evidente, a lo que se unía que en ese momento la estructura interior del Partido Comunista en Madrid tiene un infiltrado que hizo estragos en la organización: José Tomás Planas, alias “El Peque”, un hombre infiltrado por el comisario Roberto Conesa en las estructuras clandestinas del PCE. Carlos Toro Gallego tuvo la mala suerte de conocer a José Planas y fue incluido en la causa que instruyó la explosión del polvorín de Alcalá.

La macrocausa del franquismo contra las estructuras del PCE y de las JSU fue dividida por el juez especial Enrique Eymar. En la causa 142.010 fueron incluidos los más activos militantes y considerados más peligrosos. Su sentencia, efectuada el 9 de julio de 1948, conllevó ocho penas de muerte que fueron ejecutadas en Ocaña en agosto de ese mismo año.

Carlos Toro Gallego fue encuadrado en la causa 239/48, junto a Fernando Nacarino Moreno, Ricardo Lidó Expósito o Alejandro Heredero del Castillo, a los que se les pidió la pena de muerte. El tribunal dictó contra ellos 30 años de prisión. La siguiente condena más fuerte fue la de Carlos Toro Gallego, condenado a catorce años de reclusión.


[1] La historia del Dúo Dinámico (y su ‘Resistiré’), contada por ellos mismos: “Escuchaba la canción cuando pasé el cáncer. Te da fuerzas en momentos de decepción” https://www.revistavanityfair.es/cultura/articulos/duo-dinamico-resistire-historia-entrevista-manuel-de-la-calva-y-ramon-arcusa/44497


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